El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció que no podrá cerrar el caso Ayotzinapa antes de que concluya su administración este octubre. Reclamando tanto las irregularidades en la investigación durante los últimos dos sexenios como la actitud de los padres de los 43 normalistas desaparecidos.“Desde ahora, lo escribí en mi libro último, desde ahora sostengo que ese es un expediente abierto. Nunca se va a cerrar, nosotros no lo vamos a cerrar y tenemos que llegar a conocer la verdad“, dijo en conferencia mañanera desde Acapulco, Guerrero, al citar “¡Gracias!”, el libro con el que marca el cierre de su carrera política.
López Obrador señaló a personajes y organizaciones como el hoy senador Emilio Álvarez Icaza, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, el exfiscal especial Omar Gómez Trejo y al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes. Los cuales intervinieron en la investigación durante los gobiernos de Enrique Peña y el suyo.
Recordando que se detuvo al exprocurador Jesús Murillo y a dos generales, entre otros involucrados, reclamó que “como estamos llegando a conocer el fondo de las cosas, ahora dicen ‘no, ya está creando Andrés Manuel otra verdad histórica, está igual o está peor que el Gobierno anterior’. No me importa”.
Padres de Ayotzinapa enredaron y politizaron caso
Esto al responder a las críticas de Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los 43 normalistas desaparecidos, a quien también recriminó de no permitir que se estableciera una relación directa entre ellos y la Presidencia de la República para cumplir con encontrar a los jóvenes y castigar a los responsables de lo ocurrido en 2014.
Si bien se dijo dispuesto a seguir recibiendo a los padres y señaló que tener opiniones distintas es propio de una democracia, agregó que “yo siento que ellos no han ayudado para encontrar a los jóvenes. Al contrario, que han enredado, han enmarañado el problema y sostengo que lo han, también, politizado”.
El primer mandatario puso como ejemplo la negativa de los padres y sus abogados para revisar los expedientes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Pese a que inicialmente habían exigido acceso a estos y el Gobierno ofreció un plazo de tres meses, además de pagar la asistencia de especialistas para apoyarlos.
“Ya se me está terminando el tiempo y lo que yo estoy viendo es que ustedes no quieren que se avance. Es decir ‘no cumplió, protegió al Ejército, es igual’. Ya los conozco, los que son iguales son ellos, a los que se fueron, a los corruptos simuladores”, reprochó López Obrador sobre la postura de los padres al reiterar su compromiso.
